Con granizo, lluvia o temperaturas de 40 grados a la sombra. Las inclemencias meteorológicas nos han acompañado en los cuatro años que desde MIT COMUNICACIÓN llevamos cubriendo el certamen de cortometrajes ‘Belchite de película’; una cobertura tan exigente como gratificante. Es un privilegio poder vivir en primera persona cómo amantes del cine de toda España llegan a Belchite y se dejan la piel para realizar una pieza audiovisual completa en tan solo 24 horas.
Escriben el guion de una historia, ensayan sus interpretaciones, escogen las localizaciones y comienzan a rodar. Cada rincón del Pueblo Viejo de Belchite vuelve a la vida por unos instantes. Mientras unos tratan de recrear una batalla bélica en el Arco de la Villa, otros narran una historia de amor con final feliz en la iglesia de San Martín de Tours. Drama, comedia, terror… No importa el género que escojan para proyectar en pantalla con tal de ser capaces de conquistar, en menos de 6 minutos, al jurado que cada año escoge el cortometraje ganador del certamen (siempre con marcado acento aragonés y vinculado al sector audiovisual).
El reloj corre, las horas de sueño escasean y la sala Belia de Belchite, bajo el teatro de la localidad, se llena de ordenadores, cámaras de vídeo y fotografía y tarjetas gráficas. Los participantes llegan allí cuando concluyen las grabaciones con todo su material para sacarle el máximo partido en la fase de edición. Allí no faltan los nervios, ya que el cortometraje que no esté terminado una vez transcurridas las 24 horas desde el pistoletazo de salida del concurso no podrá ser proyectado y, por tanto, no podrá optar a ninguno de los premios que cada año se entregan: premio ‘Belchite de Película’ (1.500 euros), accésit ‘Belchite de Película’ (600 euros), premio del ‘Público’ (600 euros), ‘Mejor interpretación femenina’, ‘Mejor interpretación masculina’, y premio al ‘Mejor guion’.
Cada año aumenta la participación (en la cuarta edición celebrada a finales de julio se superaron las 120 personas), así como la variedad de procedencia geográfica de los equipos: Cataluña, Castilla y León, Navarra, Madrid, Andalucía… y por supuesto Aragón. El compañerismo que se respira durante toda la celebración del concurso ha forjado amistades y les impulsa a muchos de los asistentes a querer repetir experiencia edición tras edición.
Belchite es territorio de cine y con ‘Belchite de Película’ se persigue fomentar el desarrollo del sector audiovisual en Aragón, poner en valor el patrimonio histórico y cultural de la localidad zaragozana y generar actividad cultural en el municipio y la comarca. El año que viene volverán a Belchite los rodajes de cortos exprés y desde MIT COMUNICACIÓN trabajaremos para volver a contarlo.